La agricultura de precisión combina tecnologías avanzadas con prácticas agrícolas para maximizar rendimientos y sostenibilidad. A través de sensores, GPS y software, se optimizan operaciones y se minimizan desperdicios.
La agricultura de precisión se refiere a la gestión espacial y temporal de los campos agrícolas mediante el uso de tecnologías de información y comunicación. Se basa en recopilar datos detallados del suelo y del cultivo mediante sensores colocados en tractores o drones, y en sistemas de posicionamiento global (GPS) para monitorear las condiciones en tiempo real. Estos datos se procesan utilizando software especializado que permite a los agricultores tomar decisiones basadas en información precisa, como la aplicación selectiva de fertilizantes o pesticidas según las necesidades de diferentes áreas del campo.
Esta práctica también aprovecha sistemas de información geográfica (SIG) para analizar la variabilidad del suelo y del rendimiento de los cultivos. El análisis proporciona insights valiosos para gestionar mejor los recursos y reducir costos. Los agricultores pueden aplicar recursos de manera más eficiente, limitando el uso excesivo de insumos, y reduciendo así su impacto ambiental. En esencia, la agricultura de precisión es un enfoque sistemático que busca la eficiencia máxima y la sostenibilidad en las operaciones agrícolas, garantizando una producción más rentable y ecológicamente responsable.
